3 oct 2012

El PECADO DE LA IGLESIA


Y dele con la Iglesia. No es ningún rencor o resentimiento, como algunos pensarán, es, simplemente, como dice el adagio: «las cosas se hacen bien o no se hacen».

Sí señores, vamos a hablar sobre el pecado de la Iglesia ¿cuál? De tantos (*?), el más bochornoso es el homosexualismo de los mismos presbíteros. Es un tema controvertido, eso de esconder y tapar las faltas, aunque los obispos digan que no; que están sorprendidos. Pecan contra el 8° mandamiento de la Ley de Dios. ¡Es gravísimo!

O sea, como en la política, el que esconde o alcahuetea un delito, debe pagar ante la justicia, así pasa con los abusadores de niños, seguramente pagarán ante Dios (Ley Divina), pero, OJO, este es el pecado de la Iglesia; ENCUBRIRLOS. No, no, no, ellos, por muy servidores de Dios, deben pagar sus fechorías. Leyeron bien: "servidores de Dios". Entonces, si el cura abusa sexualmente de un menor de edad y otro hermano suyo, sacerdote, sabe el pecado y el delito, este también debe responder ante los dos estrados (judiciales y celestiales). Eso es justicia, ¿no?

No venía al acaso. Ni quiero parecer profesor, pero ante los errores constantes de la gente debo aclarar: la pedofilia es abusar de un menor que sea pariente/familiar; pederastia es abusar de un menor de 12 años. Efebofilia es tener relaciones sexuales con adolescente (mayor de 12 años).

Retomemos. Decía Juan Pablo II a Ali Agca, el hombre que intentó asesinarlo: "yo te perdono (obviamente el hombre se arrepintió), y Dios también lo hace, pero debes pagar ante la ley".

"Yo no aborrezco a los homosexuales, ni más faltaba, son mi hermanos, son humanos, erran como usted o como yo, el gran pecado de ellos es que son los que más atacan a los otros homosexuales (esos que sí salen del clóset)", dice Alberto Cutié, exsacerdote católico, hoy día anglicano, en su libro "DILEMA: la lucha de un sacerdote entre su fe y el amor", refiriéndose a los sacerdotes homosexuales que, según él, son el 60% de los presbíteros de EE. UU.

No se trata de atacar a la Iglesia, no. No es mi papel, se trata de ser correctos ante Dios y la humanidad. Nunca diga; como un sacerdote argentino: "violar la fe es 10 mil veces peor que violar una hija". No entiendo el significado de esta absurda afirmación. ¡Habrá que hacer un silogismo sobre esto!

El error de los obispos, que se supone son los jefes (son los que mandan en su jurisdicción), es que no los retiran de sus ministerios. ¿Por qué dejan que sigan abusando de niños inocentes?. Los sacerdotes, en los grupos parroquiales y demás, piden orar por ellos (por los abusadores). Sí, listo, pero ¿y mientras tanto?
Que sigan abusando de su poder clerical...

Concluyo con las palabras del cardenal Martini: «si dos personas del mismo sexo quieren casarse, no veo por qué debemos impedirlo». Si bien es un mandato divino, la unión entre un hombre y una mujer, ¿no dio Jesucristo el poder a Pedro (el Papa) de atar y desatar lo que vea conveniente para el bien del otro?. Por eso, no creo que Dios se pongra bravo porque los homosexuales se casen y vivan bien.

Entonces, qué viene siendo más irónico: ¿un sacerdote pederasta y homosexual que habla mal de los homosexuales (predica, pero no aplica)? o ¿Una pareja del mismo sexo que quieren seguir a Dios en el sacramento, pero que se les impide?

«Los teólogos no producen las crisis; simplemente las señalan». Hans Küng

¿CUÁL ES EL PECADO?

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