3 nov 2013

El Papa que necesitábamos

Es tan común ya, encontrar frases y premisas como la que titula este post. Y, al respecto me vienen varias preguntas, si Francisco es el pontífice que necesitaba la Iglesia, entonces: ¿Benedicto XVI ya estorbaba?, ¿Benedicto XVI no hizo nada?, ¿Fue una época de transición la del expapa? Tal vez sean subjetivas las respuestas, pero el trasfondo de las mismas nos deben llevar a una sola conclusión: la gente no quería a Joseph Ratzinger, independientemente de que fuera el máximo líder de los católicos en el mundo, pues la respuesta más vacía de muchos fue: “este Papa no me gusta”. Como si la persona misma valiera por su aspecto físico. Y al predecesor de este: sí. ¡Qué paradoja!

Por eso mismo, tendríamos que cuestionarnos, ¿qué pasa si Jesús de Nazaret no es de ojos azules y de cara bonita, como lo pintan en algunos cuadros?, ¿Es menos la fe por no ser elegante? ¿No lo reconoceremos a simple vista? ¿Acaso quién va a decir: miren, llegó Jesús?, ¿Y si físicamente no luce bien? ¿Nos volvemos ateos porque nos “engañaron”? Si nadie lo conoce personalmente. Son tantas las preguntas que, no hay respuestas para todas. En fin, estoy seguro de que sí necesitábamos a Francisco. Los hechos hablan por sí solos. Entonces, ¿los 8 años que pasó en el mandato el pastor alemán no sirvieron? ¿Los 5 lustros y 2 años de Juan Pablo II también van al limbo? Si uno consulta la historia del catolicismo entre estos dos pontificados, se da cuenta que, literalmente hablando: no hicieron nada. Nada es nada. O bueno: censurar, callar, menospreciar, avasallar, oprimir a los teólogos que predicaban y vivían la Iglesia pobre de Jesús de Nazaret, y, como dice Juan José Tamayo a la par con Leonardo Boff: “fueron los grandes inquisidores”. De eso no tengo la menor duda. Y ni hablar de temas políticos, culturares y sociales.

Claro está, los antecesores de Bergoglio tuvieron sus fieles (diría más bien: fans. Porque la gente se enamora del Papa y no de Dios), el polaco porque era mediático y llegaba a los jóvenes y niños (dizque por ser ‘caribonito’) y el segundo por sus conocimientos teológicos y gran intelectualidad, tanto así que, Hans Küng dijo sobre él: “como papa (Ratzinger) no aportó nada a la teología católica”. Ahora, este argentino, falto de un pulmón, técnico químico, acostumbrado a andar a pie en su natal Buenos Aires, amante del mate y el tango. Ha sorprendido de manera exabrupta, es tan grande la acogida de este latino que, en apenas 8 meses, ha logrado lo que Wojtyla en sus años de gobierno. Los niños quieren besarlo, los jóvenes admiran su espontaneidad, los mayores creen en él y los marginados guardan sus esperanzas de que: es el papa que necesitábamos.

Particularmente, creo que hay más de un Alí Agca queriéndolo asesinar, ‘musulmanes’ vestidos de púrpura, con solideo escarlata y barrigas como de cerveceros, anillos ostentosos (‘imitando’ la humildad de su jefe en la tierra), autos y residencias pomposas (como el palacio del sancionado obispo de Limburgo y su coche deportivo, un BMW. ¡Pobrecitos!). Esos, me atrevo  decir: son los que quieren exterminar a Francisco, no es que sea fanático ni radical, pero a muchos jerarcas eclesiásticos no les “conviene” que un pobre latinoamericano se les tire el negocio. Eso jamás.                Pues es Jorge Mario el único que puede y tiene el poder de renovar la Iglesia. Me atreví, pues, a hacer un decálogo del porqué podría ser asesinado:

-Es humilde y aplica lo que predica.
-Quiere una Iglesia para los pobres.
-Causa estupor en los católicos de "élite" (esos que se creen más que otros).
-No es amigo de pederastas ni de delincuentes vestidos de obispos.
-Tiene más enemigos dentro de la curia, que fuera de ella.
-Es del pueblo, amigo de los marginados, rechazados y oprimidos.
-Es un hombre septuagenario y enfermo (le falta un pulmón).
-Está "revolucionando" la Iglesia de Cristo.
-Juan Pablo I "murió" (claramente fue asesinado) a los 33 días de su pontificado (si lo hicieron con él, pueden hacerlo con este).
-A los papas no se les hace autopsia, solo el camarlengo confirma su muerte.

Sin hacer prejuicios morales ni queriendo hacer premoniciones, y sin ser un vidente, obviamente, uno duda de esos “amigos” que tiene el cuarto hombre más poderoso del mundo (Forbes, 2013). Que vive en una casa-residencia (Santa Marta) y no en un majestuoso palacio principesco. Ese que tiene el poder no de dejar huella, sino de cambiar la historia del catolicismo. Difícil la tiene porque revivir la Iglesia con tantos fieles como habitantes hay en China y con el “bajón” de fieles que se han ido por los escándalos de sus pastores, es un gran reto para un humilde siervo del Señor y del pueblo, ahí se comprobará el álgido poder de un verdadero hombre que, como dice él: “nunca ha sido de derechas”. Es un pecador y con errores, no lo dudo. No se las sabe todas, por eso tiene un grupo de asesores (8 cardenales que con él, esperamos: reformen la curia vaticana). Que lo aconsejen bien o mal, no sabemos.


Estoy convencido, como muchos otros que, Francisco es el Papa que necesitábamos. No hay que atacarlo de una, de pronto se pifió en la respuesta que le hicieron en el viaje de Río al Vaticano: “la puerta del sacerdocio a la mujer está cerrada”. Él tiene la potestad de abrirla, la pregunta es: ¿lo hará? “Amanecerá y veremos” dijo Bartimeo. Ya saben qué le pasó a Bartimeo, todo por confiar en Jesús, el pobre de Nazaret. Confiemos, pues, en Francisco, el pobre Obispo de Roma. Estoy convencido, lo reitero: este es el Papa que necesitábamos. No me anatemicen por hacer una crítica a dos papas de la Iglesia católica, si así lo fuera, que me envíen una bula papal. El obispo mi dirección tendrá.







4 sept 2013

Fulanito de tal

Digamos que un joven (llamémoslo: fulanito de tal), sabe escribir sin ortografía y lo máximo que lee es el chat de Facebook. Listo, no lo juzgo, pero si fulanito de tal sabe pensar, razona y quiere cambiar la realidad desastrosa en la que se encuentra, creo que: fulanito de tal tiene esperanzas. Pero si; no sabe escribir bien, no le gusta leer y para colmo de males no le gusta pensar, fulanito de tal está mal. Yo creo que hay buenos fulanito de tal, de esos vamos a hablar. Confío en que habrá más fulanito de tal.

La realidad en la que nos encontramos está subreal, o sea: creemos estar bien, pero no es así, para colmo de ‘males’: nos quejamos de la situación en la que nos enculebra el gobierno, pero no hacemos nada para cambiarla. Es muy común escuchar (o decir): no hay dinero para el mercado, sube la gasolina, que esto y lo otro, etcétera, en cambio para la diversión si no hay dinero, se consigue. Eso que no falte la cerveza del fin de semana. Aunque a duras penas tengamos para el pan de cada día. ¡Ay, ombe, hp!

Hay jóvenes que les gusta marchar, protestar, revolucionar la realidad anormal en la que nos encontramos, a esos los llaman vagos, desocupados, perdedores de tiempo, bla, bla, bla. Esos jóvenes son pocos, pero cada día acrecientan su voz, indignación y popularidad. Esos jóvenes son los que necesita Colombia. No esos que dicen: “otra vez marchas”; “ahora por qué protestan”; “manada de desocupados”. No. ¡Qué intolerancia! Qué amancebados estamos con los que nos oprimen. Y si alguien quiere cambiar la realidad no les paramos bolas, dizque porque son pocos y esos no hacen nada. ¡Qué error! ¡Qué poco confíamos en los nuestros!

Siempre he dicho que esos que protestan y que tienen razones lógicas, ideas y argumentos para un mejor bienestar de sus ciudadanos tienen que ser los mejores estudiantes. No prejuzgo a los que no son tan buenos académicamente, no, solo que, para ‘molestar’ a los malos, los buenos tienen que ser sobresalientes, es decir; inteligentes. A un mentecato no le paran bolas. Eso es seguro. Y no menosprecio a aquel joven o jovencita que quiere mostrar su indignación y es pésimo para leer la realidad de su pueblo o nación; no, pues si quiere ser de esta generación que reclama justamente, tiene que saber por qué reclama. Sobra decir lo obvio.

Entonces, si fulanito de tal sabe leer, o bueno: le gusta leer, sabe escribir bien y piensa y razona a favor del otro, no solo de él mismo, será de esos que, aunque no sean famosos, sí serán importantes. Ahora bien, fulanito de tal tiene que dar testimonio de lo que reclama, si quiere justicia e igualdad, tiene que ser justo y equitativo. No altanero e indiferente. Porque entonces: ¿cuál es el ‘chiste’?

Conozco varios fulanito de tal. Excompañeros de escuela que estaban apaciguados, tímidos. Esos, no creo que hayan sido transformados, ni menos cambiado. Estoy seguro que despertaron, que tenían esa semilla de cambiar las cosas dentro de sí, pero que tenían miedo de decirlo, ahora lo hacen. Esos los admiro muchísimo. Compañeros de batalla y lucha. Fulanito de tal, nunca deje de ejercer su derecho a reclamar y más: nunca deje solo al que lo necesita. La realidad es dura de cambiar, solo necesitamos unos cuantos fulanitos de tal pensantes y actuantes.

Leonardo Boff, uno de los pilares de la Teología de la liberación, aquel gran teólogo que fue silenciado por el Vaticano, dice: “mientras haya un solo oprimido en la tierra, vale la pena luchar”. Pero recuerden a Paulo Freire, también brasileño: “su lucha (la de fulanito de tal), solo tiene sentido cuando el oprimido no se convierte en opresor”.

Pujanza y coraje tienen. Ideas y argumentos también. Es cierto, fulanito de tal, lo que dice el gringo: “es más fácil engañar a la gente que convencerlos de que han sido engañados” (Mark Twain). Un fulanito de tal no come entero, masca y digiere como la vaca. Por eso, y cito de nuevo a Boff: “no hay que ir solo al pobre, sino al que sufre”.

Aplaudo y me uno a esos fulanitos de tal que están ascendiendo en la sociedad. Obstáculos y barreras es lo que hay, críticas y gente que no cree en nosotros también. Pero todo lo que hacen vale la pena, su recompensa llegará. No se cansen de luchar. ¡Sé fuerte, fulanito de tal! Recuerda, fulanito de tal, que si estás solo podrás errar, pero con el pueblo sabrás triunfar.

18 ago 2013

¡Mucho campesino!

En la patria habitada por indígenas, invadida por españoles, oprimida por gringos y hurtada por sus mismos dirigentes,  nos hemos creído de todo, menos hijos de ella, o bueno, como diría Jaime Garzón: “el país está así, porque en Colombia no hay colombianos”. Nos creemos arios, cuando, orgullosamente deberíamos llamarnos lo que somos: campesinos. Pero no, parafraseo a un joven del común: ¡qué oso! ¡Qué boleta!

La diversificación de la cultura está cada vez, no sé si disuelta, mezclada o perdida, los de ayer ya no son los mismos de hoy. Somos dueños de más de un millón de kilómetros cuadrados, ese tesoro incalculable que no apreciamos y que, infortunadamente, perdemos día a día, por culpa, nada más que de nosotros mismos. Porque nos falta ciudadanía, no hay amor por lo propio, preferimos lo extranjero antes que lo nacional, tenemos yuca, plátano y papa, y a la hora de la verdad la cambiamos por una sintética hamburguesa de McDonald’s. ¡Cesó la horrible noche!

Nuestros ancestros, esos abuelos sabios y trabajadores, capaces de mantener y sustentar hasta a 12 o 15 miembros de su familia, a punta de hoz, pica y pala, jornaleaban con orgullo, sin afán, amor por la tierra y los frutos que ella proporcionaba para el sustento del hogar, posteriormente venderlos y así poder vestir y vivir, aunque no con lujos; sí cómodamente. Esos que caminaban horas para recoger agua, al no tener aljibe propio y gozaban haciéndolo, nunca se quejaban. Aquellos compatriotas, hoy ya, quedados en el olvido, en el desprecio, en la mordaz tierra del olvido, al estilo de la canción de Vives.

Se ha perdido la biodiversidad, los bosques, el campo y el sustento de los mismos (Hemos hecho perder cientos de especies y miles de plantas http://xurl.es/6m3l1), humillados y violentados por los grupos al margen de la ley, claro y también por algunos militares y policías. Esos hijos de la Pachamama, colombianos que vivían más de cien años, sin enfermedades que los aquejaran, sin deudas y preocupaciones mayores al tener que ser buenos padres y esposos. Hoy día, se ven muy pocos. Ya tenemos tan solo 8 millones, aproximadamente. Esos que no les da pena decir en  donde nacieron: en el campo, independientemente de la región a la que pertenecen, son campesinos. Orgullosos de serlo, de levantarse a las 4 o 5 de la mañana (otros más temprano), y tomarse un delicioso y calientico café o aguadepanela para comenzar el largo día de trabajo. (Vea Cuántos campesinos hay en Colombia http://xurl.es/1c61v).  

Estos hermanos nuestros que dicen jinca (en vez de finca), que confunden letras y palabras porque no han tenido la oportunidad de estar en una universidad porque es muy difícil y costoso, porque aman su tierra y no quieren salir de ella, esos que admiran —todavía— al dotor (sin c), al padrecito y al profe. Los oprimidos y tildados de guerrilleros, nuestros colonos, los que hicieron patria, esos que, como dice la letra de El campesino embejucao: “Campesino trabajador, pobre, muy honrao, vivía muy alegre, pero me tienen embejucao”. Ellos ya se cansaron, o bueno, la verdad es que: ya los cansamos. Nos le metimos al rancho, y si reclaman algo no nos gusta, están pidiendo a gritos una Reforma agraria y no se les da, en cambio el gobierno crea un famoso programa (AIS) y ayuda a terratenientes y familias de clase media-alta (dizque era para ayudar a los agricultores), por si fuera poco, algunos ‘ilustres’ están siendo premiados con baldíos. ¡No me crean tan pendejo!  (Vea otros datos sobre Colombia http://xurl.es/5rb1n ).

Los hemos marginado diciéndoles campesinos, o usted no ha escuchado a alguien (o a usted mismo) decir: ¡mucho bruto, campesino tenía que ser! Por Dios, qué barbaridad es esta, menospreciamos y subvaloramos a los nuestros, a los que cultivan los alimentos que consumimos todos los días, los que tenemos la oportunidad de hacerlo. Esos berracos y corajudos, entonces, por alegoría coloquial deberíamos decir a alguien inteligente, luchador y trabajador: ¡mucho campesino! Por todo lo que la expresión, desde su premisa hasta su conclusión conlleva. Debemos cambiar el desprecio a la clase rural del país, no son menos, pareciera que, fueran más, sin ellos no nos podríamos alimentar. ¡Mucho campesino no haberlo pensado antes!


No seamos más despectivos con ellos. Cuando reclaman algo lo hacen imparcialmente, no tienen caprichos para hacer perder vanamente sus cultivos. Son sinceros y, aunque muchos no han leído libros y no sean adoctrinados, tienen sabiduría popular y saben lo que un Ph. D no, tienen remedios para todo tipo de mal, sin ser médicos, en fin, ¡qué campesinos! Por eso, como dice el gran teólogo, filósofo y ecólogo brasilero Leonardo Boff: “la tierra es la gran crucificada” y con ella sus labradores. Es menester, pues, apoyar sus protestas pacíficas y justas. Ya nos creemos industrializados, nos olvidamos de nuestras raíces y no caemos en la cuenta de que, la tecnología nos está cosificando, mientras ignoramos los gritos y reclamos de estos compatriotas. No podemos interpretar de mejor manera al campesino colombiano: “de Boyacá en los campos, el genio de la gloria, con cada espiga un héroe, invicto coronó”. (V estrofa del Himno de la República). 


1 ago 2013

Juventud en taxi

“Si ustedes no cambian el destino de este país, nadie va a venir a salvárselo… nadie” decía Jaime Garzón, cada vez que podía dirigirse a los jóvenes colombianos. En este país macondiano nos hemos acostumbrado —los jóvenes— a ir en taxi. Usted requiere el servicio de los vehículos amarillos y, sabrá que es más lo que gasta en la carrera para llegar a su destino, que lo que ‘goza’ de las maniobras del conductor experimentado y sus ‘consejos’ sabihondos a la hora de entablar una conversación.

El parangón que hago es porque las nuevas generaciones somos de momento, nos ilusionamos en el tránsito de querer hacer algo, pero la chispa enérgica se nos agota en menos de lo que pensamos. Muchos queremos luchar por el prójimo (o bueno, eso dicen las expresiones: ¡pobrecito!), un mejor futuro para los niños y niñas, que los habitantes de calle tengan un lugar digno para vivir, que los animales no sean maltratados, que se acabe el egoísmo y la injusticia que reina en nuestras tierras. Palabras más, palabras menos, nos preocupa en cierto modo el querer cambiar el costumbrismo y el ocio mortal que nos acaba día a día como hermanos.

Pero —infortunadamente—, muchos nos quedamos en el: ojalá alguien haga algo y/o esos políticos no sirven para nada. Sí, es verdad, la pobreza extrema es resultado de los malos manejos públicos que nuestros gobernantes han implementado, de los cuales han sacado tajada ventajosa un pequeño porcentaje del pueblo oligarca y capitalista que abolia y explota a la nación del Sagrado Corazón de Jesús.

Tenemos la errónea percepción de que si no somos políticos no debemos hacer nada. ¡Eso es problema del gobierno! Ideas banas que entristecen nuestro espíritu y el ímpetu resplandeciente que caracteriza a un joven, es utilizado para tener el valor civil de levantar el codo e ingerir una cerveza y echarnos una rumbeada en la disco de moda de la ciudad. Y mientras tanto… los buenos deseos y el ¡pobrecito! Se quedan en la penumbra de querer hacer algo, todo se vuelve irreal, despótico, vacío. Los argumentos que damos son nefastos para nosotros mismos, pues, en parte somos testigos y culpables de lo que ocurre con el prójimo.

Aquí no importa la religión, clase social, partido político, color, estatura, si somos del norte o del sur, no, lo que importa es la solidaridad que compartimos con el otro. Todos en nuestras vidas hemos experimentado el apetito de compartir (dar desde mi corazón), la generosidad de ver al otro con una sonrisa aunque sea por un instante. Qué bueno sería que la felicidad fuera eterna y no efímera. Que no anduviera en taxi.

Para eso es menester reconocer que, si yo no hago el cambio, nadie lo hará, que las palabras, como ya sabemos, se esfuman, que lo importante son las obras sociales, que no soy tan pobre que no pueda brindar nada y que no soy tan rico que no logre recibir algo.

Y aquí termina esto, como una carrera de taxi por la avenida; rápida. Hay muchos que ayudan en silencio, qué bien, no debemos esperar aplausos, pero sí sonrisas, abrazos de esos sinceros que ya pocos dan y si no los hay, habrá otro que los dé el doble. Por eso, mi invitación es para hacer de aquel taxi la aventura perfecta y eterna que recorra nuestra vida. Huecos habrá por montones, solo hay que saberlos esquivar y si caemos en uno; poder salir de la pedrea y continuar, hay muchos pasajeros que desean montar.

«Sé el cambio que quieres ver»: Mahatma Gandhi

22 jul 2013

Francisco, el Papa

El simple hecho de tener el nombre en honor a il poverello de Asís es algo que dice cómo será el mandato jerárquico de dicho personaje (Por ejemplo: Benedicto XVI, que significa bendito; bendito papa para inquisidor. Así lo llama el teólogo español Juan José Tamayo). No es para menos, los que conocen la vida del primer estigmatizado con las llagas de Jesús, saben lo que tuvo que vivir y padecer (ya le llegará la hora al Papa de padecer), que al principio se frustró, pero con la fuerza que viene del Altísimo pudo restaurar la Iglesia que estaba en ruinas, fundar una de las órdenes más grandes del catolicismo (OFM: Orden de los Franciscanos Menores), unos locos por el Evangelio, por el prójimo y pobres con juramento de verdad, no de palabra. Por tal razón, el hermano de la naturaleza y los animales, Francesco, es el segundo santo en ser declarado canonizado más rápido, luego de su pupilo san Antonio de Padua.

“Quiero una Iglesia para los pobres” fueron las palabras que impactaron desde su elección como sumo pontífice de Jorge Mario Bergoglio. Desde ese instante se hizo mundialmente famoso el jesuita argentino, pues era conocido solo en Buenos Aires por andar en metro e incluso montar en bicicleta. No sé en qué pensarían los cardenales cuando lo eligieron, pero, eso sí, qué buen as tenían bajo la manga, entre los papables estaba en el puesto 42, eso qué importa, los vaticanólogos siempre van por los primeros y atinan, como en la política. Esta vez fue una gran sorpresa. Además, Francisco, como Jesús de Nazaret, ha estado fuera de muchos esquemas. Ya sabrán las inauditas hazañas que ha hecho este Pastor de Pedro.

Jorge Mario ha sorprendido a cristianos y no cristianos. Al mundo de la política, del cine, a los artistas, a los poderosos, al pobre, al niño, al enfermo. Es cercano, afable, huele a oveja, es de aquí y de allá, es todo y nada, sorprende y deja boquiabierto, no pide sino que da, trae no encomienda, guía bien no divide, respeta (hasta a los ateos), a los de otras creencias, comparte con todos sin discriminación alguna. ¡Un Pastor de verdad!

Esperemos que la mafia vaticana que sí la hay (han lavado millones de euros en el banco IOR: Instituto para las Obras de la Religión) no le hagan daño, como a Juan Pablo I, y como Jorge Mario solo tiene un pulmón, no sería difícil decir que murió de un fallo respiratorio, pues; a los papas no se les hace autopsia, solo el camarlengo da el dictamen oficial de su muerte, no las causas. Ha querido restaurar la Iglesia, aceptó que lo rodean algunos gay’s (lobby gay del Vaticano). Ha puesto mano dura y no será flexible con los pederastas y pedófilos, como lo hizo Benedicto XVI. Dicen que si uno es cómplice de un delito también es culpable. Y esa es la misión del profeta: denunciar las injusticias. Él mismo ha recalcado: “el hipócrita no sabe lo que es la alegría, ni la amplitud, ni la magnanimidad”.

Francisco trata de vivir la pobreza, digo trata porque es difícil que, estando rodeado de una increíble pompa pueda hacerlo, sin embargo, ha demostrado humildad. No podemos exigirle al Papa que entregue todo el oro del Vaticano y sus riquezas en  apenas 4 meses de pontificado. Tampoco creo que lo haga, no lo dejarían los soberbios jerarcas que lo rodean.

No usa la muceta con adornos de oro que sí usaba Benedicto XVI. Se inclinó para recibir la bendición del pueblo antes de darla. Lleva un pectoral de metal, anduvo en su primer día como pontífice en un bus y no en el lujoso Mercedes-Benz, al cual renunció. Carga un anillo de plata bañado en oro (el de pescador) y no de oro puro. Los zapatos son los mismos, esos viejos con los que recorría las calles de Buenos Aires y no los finos Prada que usaba su predecesor. Usa la misma mitra (el sombrero triangular) que tiene desde que es cardenal, y no una con perlas preciosas. Cedió al sillón de oro por uno sencillo. Se baja del papamóvil para besar a niños y enfermos. Da la bendición sin hacer signo de la cruz con la mano por respeto a ateos y no católicos. En fin, buenas obras ha hecho, con su testimonio y ejemplo, que es lo que cuenta.

Tal vez, una de las memorables frases de Francisco fue la que dirigió a los seminaristas, sacerdotes y personas con vocación religiosa: “duele ver a un sacerdote o una monja con un auto último modelo. No hagan eso, piensen en los niños que mueren de hambre”. Y es que el Papa es sensato en decirlo, los que hablan de Dios y dicen ‘vivirlo’ son los que más humildes deben hallarse, irónicamente son los que viven en los mejores palacios. Ufff, no he ido a la primera casa religiosa o cural que sea pobre o tenga apariencia y olor a necesitado. No digo que sean abandonados; no. Solo que uno ve desde el piso en mármol en adelante. Y claro, hay religiosos —muchos— que no conozco, que son pobres. «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y entonces tendrás riquezas en el cielo; luego ven y sígueme» (Mt. 19, 21). No olviden que ellos juran, ante Dios, el voto de pobreza. ¡Si así es la pobreza, imagínense la castidad! Algunos predican muy bonito, pero aplican la globalización de la indiferencia, de la que habló recientemente el Papa. “San Pedro no tenía una cuenta en un banco”.

No podemos pedirle más a Bergoglio, lo que ha hecho, lo ha realizado muy bien, no cabe duda. Hay que darle tiempo, él se la está jugando por el prójimo. Viviendo austeramente ha molestado a muchos. Tiene buenas intenciones, juzgarlo por algo que se le sale de las manos no es ‘jugar’ limpio. El círculo de sus ayudantes es amplío, cualquiera lo puede traicionar y allí se le echará la culpa a él, aun cuando no esté implicado. El problema —me atrevo a decir—, lo desatarán los asesores del Papa; así como hay buenos, los hay con deseos oscuros. Ahí debemos apoyarlo, como lo hemos hecho hasta ahora. Por eso el recalca todos los días: “rezad por mí”. Él no es Dios y no se las sabe todas. La envidia es grande y no falta el que lo quiera perjudicar por hacer las cosas bien.

El Papa ha dado una buena lección para encontrar a Dios: “tenemos que tocar las heridas de Jesús, debemos acariciar las heridas de Jesús, tenemos que curar las heridas de Jesús en el hermano herido, porque tiene hambre, porque tiene sed, porque está desnudo, porque ha sido humillado, porque es esclavo, porque está en la cárcel, porque está en el hospital, eso es un acto de fe para con Dios”.  ¡Qué bello, eh!


Es un pastor de los buenos, no se puede comparar con ninguno de los anteriores, tendrá rasgos particulares, pero es único. Un Papa ejemplar, agradable, manso, cariñoso, amigable, cercano. Del pueblo. Que Dios guíe a Jorge Mario para que pueda seguir benévolamente el mandato divino. Que pueda lograr lo que el pequeño de Asís: “restaurar la Iglesia de Dios, que está en ruinas”.

Hace 4 meses escribí sobre ¿El segundo Francisco de Asís? Los invito a echarle un vistazo: 

24 jun 2013

El gran colombiano

Más de un millón de votos eligieron a los finalistas del Gran Colombiano, reconocimiento que hizo History Channel (23 de junio de 2013) a la persona que, según los cibernautas, se ha destacado en nuestro país.

Obviamente, ese porcentaje no debería representar a los más de 45 millones de colombianos que somos, pues muchos –todavía- no tienen acceso a la internet. Si a mucho vivimos de un salario mínimo. Pero, debido a que es un declaración (no tan pública), porque hay miles de conciudadanos que no tienen televisión por cable y claro, este porcentaje, al igual que las encuestas políticas, reflejan al ganador en una mínima parte, aunque en una máxima, teniendo en cuenta los resultados, también son ganadores.

Los finalistas eran nadie menos que, un prócer, un científico, un nobel de literatura (el único), un humorista y un político sanguinario.

Personalmente mis favoritos eran: Gabo y el famoso Heriberto de la Calle.

Con 300 mil votos y un pico (30.3 %) ganó el nefaria, pero astuto Álvaro Uribe Vélez. Patrocinador de las AUC, hombre perverso cual ave de rapiña, además líder -innegable-, pero negativo, de esta tierra cafetera. No obstante, fue capaz, por ende lo considero inteligente, de gobernar durante 8 años en una tierra dominada por la violencia de la que él era (o es) coprotagonista, pues unido a su hermano mayor el temible Santiago Uribe Vélez, vengan la muerte de su padre y hermano a manos de las Farc. Creando un grupo subversivo que, imagino, ya sabrán cuál es. Espero que no  hayan olvidado las motosierras. De lo contrario les doy en la cara, maricas.

Es vergonzoso que este señor haya ganado y para colmo de males su principal “oponente” en las votaciones fue quien en el pasado lo desenmascara pública y abiertamente como dictador, decía siempre la verdad, sí, hablo de Jaime Garzón. Por eso lo asesinaron, por ser sincero, y como decir la verdad duele y en Colombia es sinónimo de tener la tumba encima. “Yo le cuento al país sus propias desgracias y de eso se ríe la gente”. Cómo no recordar la célebre frase que dijo César Augusto Londoño, la noche en que ya no estaba con nosotros este lustrabotas: “¡país de mierda!”.

Es paradójico, pues hasta en la red Uribe salió victorioso, es absurdo decir que Jaime perdió, mejor proclamemos que en Colombia hay cantidades de uribestias, como son conocidos los partidarios de ese fulano, oriundo de tierras antioqueñas. Clasifiquémoslo en: víctima y victimario. Culpable e inocente. Satán vs ángel. Hijueputa e hijo del pueblo. En fin, peyorativos y adjetivos sobran: vende patria y patriota se “enfrentaron” en el  país del Sagrado Corazón. Y como siempre; reinó la mentira.

Que Álvaro Uribe Vélez esté por encima de Jaime Hernando Garzón Forero, demuestra la ineptitud de los seguidores del primero. La demencia con la que actúan es evidente. Lo apátridas que son. De eso seguiremos siendo víctimas, porque, como decía Jaimito: “en este país el que no tiene untada la mano, tiene untada la nariz”. ¡Oh, gloria inmarcesible!

Obviamente estoy indignado con esta “condecoración”, más cuando el presentador dice: “Colombia eligió”, es brutal generalizar una decisión de unos pocos, por la de millones. Personalmente, el señor Uribe no me representa como colombiano.

Y como dicen en El Salvador al obispo mártir Óscar Arnulfo Romero (cura del pueblo que no ha querido canonizar la Iglesia Católica por trabajar con los pobres): “Romero, para nosotros eres santo”. Casi lo mismo podemos decir desde aquel negro 13 de agosto de 1999: Jaime Garzón, eres el Gran Colombiano. Espero que todo vuelva a la anormalidad.

Píldora para la memoria: en una conferencia en Cali, Garzón, refiriéndose a Uribe dijo: “ese señor es  peligrosísimo”, recordemos que su magnicidio actualmente es impune y que, detrás de este vil asesinato está… AUC-AUV, creo que es lo mismo.

En días pasados hice un homenaje a Jaime, en un post titulado Nos hicieron creer. Puede verlo aquí: http://xurl.es/aaq0k

20 jun 2013

Apología al delito

No sé ustedes, pero yo —literalmente— me mamé de la apología que se le hace al delito en Colombia. Tal parece que lo único que saben escribir los libretistas macondianos es lo mismo de siempre, y claro; como el morbo (interés malsano) es lo que se vende y compra, es lo único que se produce, por eso, los temas abrumadores en las pantallas chicas del país son: el narcotráfico, la corrupción y ahora, para rebosar la olla: las prepagos. ¡Nos jodimos!

Todo comenzó con Pandillas, guerra y paz, la famosa serie de los preadolescentes de barrio que empiezan consumiendo drogas, pasan a jíbaros, prueban “finura” y luego se vuelven socios de los narcos, hasta que llegan a la cima y son los jefes. ¡Qué clímax peyorativo! Recuerdo que, en el colegio los muchachos querían ser como el viejo Richard e imitaban el parlache de Mateito. Bueno, eso no fue tan malo, pues nunca habíamos visto algo similar, lo mirábamos con buenos ojos, al fin de cuentas; los del ‘combo’ se rehabilitaron y hacían el bien.

Luego llegaron series de peso pesado: Sin tetas no hay paraíso, o sea; si la niña sacó los pechos del papá peligra en ganarse el título de: la más fea del barrio. Cómo le vamos a enseñar a una niña que si no tiene senos grandes o notables no podrá triunfar, ni ser exitosa, ni mucho menos atractiva. Que para salir y triunfar en Colombia hay que trabajar con la mata que mata, jugársela cruzando la frontera de ilegal, volverse mula y ‘encanarse’ por unos millones de pesos que, siendo sinceros nunca se gozarán.

Nos venden El cartel de los sapos, representando a los narcos del Norte del Valle y sus secuaces, mostrando que manda el que más daño hace o sea más ‘pichurria’. Por supuesto el elenco actoral es de los mejores del país, no lo dudo, el rating lo punteaban Manolo Cardona y el fantástico Robinson Díaz, no los culpo a ellos por sus facetas actorales, no. Es su trabajo.

Es que, un país como Colombia, acechado por la violencia, el terrorismo y la pobreza y que, en los dos únicos canales nacionales se muestren y presenten series relacionados en “combatir” estos temas, es triste, vergonzoso, bochornoso. Los escritores y libretistas dicen: “no hacemos apología al delito, queremos que nuestros niños no caigan en lo mismo, por eso lo mostramos”. Que todo es enseñanza para que los jóvenes y adolescentes no sean víctimas de lo mismo y acaben con sus vidas tomando una mala decisión. En fin, el viene y va de la excusa para seguir con más de lo mismo.

Es como el papá que llega borracho a casa y le pega a su mujer y al otro día le dice a su pequeño que no vaya a ser como él. ¡Qué insólito! ¡Qué ilógico! No existe moral alguna para pedir algo del cual no se tiene el mínimo ejemplo. ¿Qué sigue? ¿Una serie donde se represente a Garavito para que los niños se puedan cuidar o estar prevenidos ante un desquiciado abusador? Porque, aunque el tema es diferente, su conclusión es la misma; personas viles que hacen muchísimo daño y reciben recompensa televisiva. ¡No me crean tan pendejo!

La serie de Escobar, el patrón del mal, con una gran producción (pues la vi), supuse que los más perjudicados con esto serían los hijos y familiares de las víctimas, ellos (como el caso de Juan Manuel Galán y sus hermanos, o los herederos de El Espectador) estaban de acuerdo con la serie, por eso no rehusé vérmela, no obstante, hubo personas inconformes que rechazaron la presentación del ángel-demoniaco de Pablo Emilio Escobar Gaviria. Y claro, tienen toda la razón. Debemos ponernos en los zapatos de los perjudicados.

Ahora, con Los 3 Caínes, serie que no vi ni un solo minuto, pude leer en la prensa el inconformismo de las víctimas de los recalcitrantes paramilitares, por eso en Facebook publiqué: Con la serie (paraconovela) de Rcn, Los 3 Caínes, solo demuestra que ese canal solo compra apología al delito. Imposible que un colombiano no sepa quiénes eran los temibles hermanos Castaño, narcoparamilitares que hicieron muchísimo daño al país, aliados de Álvaro Uribe Vélez. Por qué no hacen una novela a Camilo Torres Restrepo, Jaime Garzón, Gabriel García Márquez, Rodolfo Llinás, Manuel Elkin Patarroyo. Mentes brillantes que sí tenemos y muestran solo vándalos. Por favor no deje que su hijo o familiar vea la serie, edúquelo mejor en la lectura o a ver canales que sí enseñan cosas valiosas.

Y, para el colmo de males, de nosotros los indignados nos traen a La prepago. Definitivamente al que no le gusta el caldo se le dan dos tazas. Pero, como la gente del común es feliz viendo esto, pienso que, es proporcionalmente culpable tanto el escritor, productor y ente (canal) transmisor como el colombiano que lo ve, porque, eso sí; llega a todos los estratos sociales, no es clasista la serie, al contrario; debería serlo el televidente con lo que decide ver y aprender.

Usted va a un colegio o un barrio periférico y los niños en su inocencia proclaman: quiero ser com Pablo Escobar, ese man era un duro, un teso, por qué lo mataron (y parafrasean: “le mato al papá, a la mamá… y a la abuelita, y si está muerta la desentierro…”.) Y las niñas dicen: así quiero un marido, que me dé todo lo que no tengo y me mantenga como lo que soy: una reina. Infortunadamente esto es lo que están aprendiendo nuestros infantes.

Todas las series, reales o ficticias muestran los ‘triunfos’ de los narcotraficantes, las escalonadas que hacen y donde terminan, pero eso es algo que los niños no captan, lo único que los marca es el dinero que pueden llegar a poseer, las enormes casas, los lujosos autos y las mujeres que solo obtienen siguiendo los pasos de Pedro León Jaramillo, de ‘Fresita’, el ‘Cabo’, el mismísimo ‘Patrón’. Algunas niñas ‘aman’ a Rosario Tijeras, las 3 Milagros y terminan siendo unas Muñecas de la mafia. ¡Qué dosis letal le estamos aplicando a nuestro futuro!

El ejemplo empieza por casa, no dejemos que esto siga ocurriendo y se nos salga de las manos.

Recomiendo: si no puede leerse un libro por pereza, vea Nat Geo, Animal Planet, Discovery Channel, History Channel, y si no tiene televisión por cable, salga a jugar, a trotar, a ayudar a alguien, pero POR FAVOR no vea más Rcn y Caracol, lo enceguecen, y adormecen hasta que lo vuelven inútil y si sigue viéndolos, después no se queje de los hijos que deja a la sociedad. 

Una Colombia mejor sí es posible, pero sintonizando estos canales en horario familiar es empobrecer el intelecto humano.

19 jun 2013

Encuesta a los niños

Sin duda alguna los infantes son nuestra mayor felicidad, paradójicamente son los más vulnerados, despreciados e ignorados por la sociedad que dice amarlos. Son dejados a un lado, pues —infortunadamente— se les engaña con un dulce, como se parafrasea en ocasiones.

La educación escolar en Colombia está como las quebradas de las fincas; dan por los tobillos. Es paupérrima. Culpa de esto es el gobierno, pero también de los padres de familia, más aún; de los maestros que, en una gran parte solo quieren es un sueldo para poder subsistir en el país más feliz del mundo (más conformista diría yo).

Un maestro debe ser un intelectual. Una mente brillante. El filósofo y poeta estadounidense Ralph Waldo Emerson, dice: “el educador es aquel hombre o mujer que puede hacer que las cosas sean fáciles o difíciles”. ¡Qué gran verdad! De los cimientos es donde se prueba el edificio, es la base angular la que determina la perfección o las conjeturas de la construcción.

Irónicamente, los peores Icfes en Colombia son los que están enseñando a leer y  escribir, a sumar y restar. No pedimos intelectuales o mentes brillantes como en Finlandia (los mejores bachilleres estudian —en la universidad— para ser maestros). Tampoco un polímata, pero sí alguien que sobresalga en lo que hace y enseña. “No dejaría en manos de mis peores compañeros de clase, la educación de mis hijos”: Guillermo Perry. ¡Claro, ni por el chiras lo haría!

Por eso, en un futuro cercano se ven reflejadas las enseñanzas del profesor: jóvenes perezosos, flojos, no les gusta leer, hacer tareas: la ley del mínimo esfuerzo, y para el colmo; copian tareas así estén mal. Pero, no todo está perdido, la luz brilla, no al final del túnel, a mitad de él, me atrevo a decir, hay maestros buenos. Sí, para la muestra a continuación transcribo tal cual las apreciaciones de un grupo de niños que dan el significado de lo que saben y han aprendido (palabras del común, más usadas o escuchadas por los menores).

Matemáticas: asignatura de sumas, restas, multiplicación, división y fraccionarios (Daniel Stiven Trujillo, 10 años)

Colombia: país de alta economía y alta pobreza (Daniel Stiven Trujillo, 10 años)

Virgen: una persona que no ha tenido relaciones sexuales (Santiago Hernández Ortiz, 10 años)

Campesino: es el que cosecha los alimentos y los manda a la compra (Tatiana Milena Tovar, 10 años)

Paz: cuando terminamos la guerra (Diego Alejandro Cárdenas, 10 años)

Matemáticas: peor materia del mundo (Diego Alejandro Cárdenas, 10 años)

Arma: objeto utilizado para matar (María Camila Morcillo, 10 años)

Colegio: edificio o construcción de buenas enseñanzas (María Camila Morcillo, 10 años)

Ladrón: el que roba cosas y asesina, con un sueño que nunca cumplió en hacerlo realidad (María Camila Morcillo, 10 años)

Cielo: lo que está arriba con Dios (Daniela González, 9 años)

Político: no cumple lo que dice (Daniela González, 9 años)

Guerra: es algo que no queremos que exista más (Angie Katherine Castro, 10 años)

Arma: es aquello que mata los sueños y la vida de las personas (Angie Katherine Castro, 10 años)

Niños: dan alegría al mundo, Dios los tiene el en grupo de sus preferidos (Angie Katherine Castro, 10 años)

Aguardiente: es un licor que le hace un mal a las personas (Kevin Mauricio Ramos, 12 años)

Doctor: que ayuda a la gente. Sana a la gente enferma (Yeissón Andrés Rudas, 7 años)

Amigo: el que acompaña en las buenas y en las malas (Kevin Duván Narváez, 10 años)

Infierno: donde hay una llama de fuego que nunca se acaba (Juan Sebastián Agudelo, 11 años)

Mamá: para que me compre cosas de princesa (Juana Valentina Soto, 7 años)

Jesús: es nuestro salvador, hijo de Dios (Sonia Michel Cuervo, 9 años)

Mujeriego: persona que tiene muchas mujeres (Andrés Felipe Meneses, 12 años)

Pobre: con pocos recursos para su vivir (Andrés Felipe Meneses, 12 años)

Trabajo: acción para poder ganar dinero (Andrés Felipe Meneses, 12 años)

Profesor: persona que nos deja algún aprendizaje o enseñanza sobre un tema (Sergio Muñoz, 13 años)

Dios: fue el que creó el mundo y nos creó a todos y todo lo que está a nuestro alrededor (Astrid Carolina Cuéllar, 10 años)

Papá: es un ser que está unido con madre para cuidar su cría (Juan Manuel Rivera, 8 años)

Violencia: es cuando uno está peleando con un niño (Juan Manuel Rivera, 8 años)

Animales: son seres que viven en selva o son caseros (Juan Manuel Rivera, 8 años)

Militar: es algo un poco más importante que el policía (Santiago Ortiz, 11 años)

Universidad: lugar donde se refuerzan los conocimientos de la escuela (Santiago Ortiz, 11 años)

Mentir: decir cosas que no son verdaderas (Juan Manuel Yepes, 9 años)

La encuesta fue realizada a 34 niños entre 7 y 13 años de edad. De 4 colegios públicos y 2 privados. Omití muchas, pues haría extenso este post (eran más de 400 definiciones). Queda claro que las matemáticas aprenden números y que es un “dolor de cabeza”, que el diablo es malo, que un profesor enseña (y también aprende de los niños).

Mis preferidas:

Político: es el más corrupto del mundo (Keduin Granados Ruíz, 10 años)
Diablo: persona malvada que “supuestamente” se encuentra en el “infierno” (Sergio Muñoz, 13 años)
Profesor: para aprender de los niños (Luis Fernando Fonseca, 7 años)
Fiesta: es una diversión, pero no nos da enseñanza (Lauren Natalia Guevara, 12 años)


En conclusión, según los niños: la guerra, los políticos y el aguardiente hacen daño. ¿Ya están cansados? ¡Creo que sí!

24 may 2013

Soy de izquierda, no de las Farc


90% es la parte del sueldo que dona José Mujica, mandatario de Uruguay, a obra de beneficencia en su querida república, obra tal le ha hecho ser titulado en la prensa como “el presidente más pobre del mundo”. Este exguerrillero, mesurado, intelectual y progresista hace más —me atrevo a decirlo, que cualquier otro líder de izquierda en el mundo. ¡De admirar!

Empiezo con ‘Pepe’ porque es loable su gesto, además de vivir en una humilde chacra (granja) y pasear de vez en cuando a su mascota en la única propiedad que posee; un Volskwagen de US$ 2 mil y arar en sus tiempos libres—, la pequeña tierra, propiedad de su esposa Lucía, senadora de la nación.

Traigo a colación lo anterior para empezar estas líneas. No hay nada más absurdo en Colombia que comparar a las personas de izquierda con guerrilleros, porque aparte de esto, los grupos subversivos junto con los políticos—, son los que más daño le han hecho a esta hermosa tierra cafetera. 60 años de conflicto es una guerra de la que literalmente: ¡estamos mamados! Y ellos son los promotores. Nada genera más ganancias que la guerra.

La ideología de las Farc y el Eln (ambos ejércitos del “pueblo”) es marxista, luchar principalmente, por el pobre; la clase obrera, el oprimido, el subyugado, pero solo se queda en palabras y pensamientos, porque, al fin de cuentas; estos terroristas avasallan al pueblo por el que dicen “luchar”.

Nada parecida es esta guerrilla colombiana a su similar de Nicaragua, donde liberaron al pueblo del yugo y caminaron con él. Están fuera de base los sofismas del cura Camilo Torres, que dejó la sotana para empuñar un arma que, paradójicamente, nunca usó, pues fue asesinado cuando iba por ella.

Ningún subversivo colombiano es de admirar hoy día. Tal vez en países socialistas tengan la concepción de guerrillero como alguien liberador, mesías (que de hecho debería ser), pero en Colombia no. Escuchar la palabra guerrilla nos causa pavor claro a mí también me da. Fueron ellos mismos (las Farc) quienes torturaron, hicieron cavar la fosa y asesinaron de un hachazo y a quema ropa a dos tíos míos, hermanos de mi madre. Por supuesto, es lógico; no los apoyo. Nunca lo he hecho.

Pero, es que la gente en Colombia tiene esa pesadilla en la mente. Es latente. Escuchar a personas como Navarro Wolf, Gustavo Petro, solo porque decidieron reivindicarse y dejar su pasado atrás (exguerrilleros) ya es un punto para despreciar. No sabemos perdonar. Los mismos susodichos están siendo perseguidos políticamente por la peste oligarca que denigra al país y, en un trasfondo, son los más perversos habitantes de esta dolida patria libertada por Bolívar.

La estúpida e irónica idea macondiana de que los de izquierda somos guerrilleros (por ello; bandidos, delincuentes y en el peor de los casos terroristas), fue el plan perfecto de los capitalistas y corruptos colombianos, para que la gente nos vea con malos ojos, nos insulten, nos vituperen. Así estamos de marcados y tildados los socialistas y/o comunistas en Colombia, luchar por el prójimo siempre ha sido un obstáculo. Estos mismos que nos calumnian, son las nefarias que se lavan las manos y quedan como los buenos del paseo y se llenan los bolsillos con el dinero del pueblo.

Soy y seré políticamente de izquierda. Del pueblo. Admirando a líderes latinos como Fidel, el ‘Che’, Martí, Cienfuegos, Chávez, Mujica, Lula, Correa. Los cuales han velado y luchado por sus tierras y porque América Latina no sea patio trasero de nadie. Han olido y se han untado de pueblo. Son el pueblo. Y estos, han sido los principales enemigos de los que quieren todo para unos pocos; la interminable y poderosa (pero no invencible) sarna capitalista.

Por eso, el niño, el desempleado, el que quiere justicia, la mujer humillada, el discriminado, el abandonado, el abuelo, el discapacitado, el de calle, el de a pie, el que no tiene voz (poder), el oprimido, el obrero, en conclusión; mi ideal y representación es: el pueblo. Entonces, querido lector, no me compare con un terrorista, yo quiero un mejor presente y futuro para mi país. No he empuñado nunca un arma, ni espero hacerlo. Amo mi patria y siempre lucharé por el proletariado, de los que se mofan la burguesía.

“Ayudar al que lo necesita no solo es parte del deber, sino de la felicidad”: José Martí

19 may 2013

Amiga, hermana mía

Una de mis grandes alegrías
cuando todo parece melancolía,
la vida me premia con simpatía
y te conozco a ti, querida mía.

Desde la distancia te veo,
te siento, oigo, quiero y leo.
Ganaste mi cariño sincero,
como el poeta necesita al esfero.

Nos separan los kilómetros,
pero nos une los sentimientos.
Amiga que todos desean; fuerte,
fiel, sincera, bella, feliz, valiente.

Belleza natural, sinigual,
a ti llega mi cariño especial;
preferida de mi corazón
eres tú, amiga, con razón.

Estas líneas son escasas,
pues bien sabes: no escribo en masas,
es mejor ser sencillo
y decir —te quiero— como un niño.

De esta amistad nace hermandad
como no, si no es por mitad,
al igual que yo me quieres
amiga, hermana mía; de mi familia parte ya eres.

¡Para mi hermosa Iraidis Oralia!