16 feb 2014

¡La izquierda dividida; ya está vencida!

En este cuento de la política —muchas veces— todo se vuelve una mezcolanza (¡un mierdero!). Nos confundimos (o confunden) pues no sabemos para dónde coger o si es mejor quedarnos quietos. En Colombia, por ejemplo, el capitalismo y el nefasto neoliberalismo nos tienen vueltos en una estercolada. Y el berraco problema es que lo seguimos permitiendo. Las castas políticas están dirigidas por las similares y bellacas —pero astutas y corruptas— familias de siempre. Aquí lo único que se cambia es de marioneta, pues los titiriteros son los mismos.

Solo aquí un malnacido puede ser presidente por dos períodos siendo un narcoparamilitar. ¡Lloramos como la Magdalena, padecemos como el Sagrado Corazón, pero siempre encendemos velas a Uribe; el gran cabrón!

Volviendo a la desdicha, pero cambiando de muñecos; ahora que por fin la izquierda en este país puede asumir las riendas; esta no quiere. Claramente la derecha está totalmente dividida, en el campo político son vulnerables, no está fácil derrotarla, pero sí se les puede ganar en los comicios presidenciales. La izquierda, paradójicamente está como el agua y aceite; ni junta ni compatible. Cada uno jala para su lado. Es el momento de dar el boom en Colombia, pero no parece ser así. Podemos dar el zarpazo, pero somos como un rompecabezas que nadie se atreve a armar.

Las cuentas son claras: quienes tienen más opción —en la oposición al gobierno— es el Polo; con Clara López, pero internamente están divididos. Buena gestión han hecho Robledo, Cepeda, Navas Talero para restablecer el prestigio de un Polo golpeado por el desdichado Samuel Moreno. Pero aquí nos hemos cegado.

Entonces, el Polo está sí o sí con Clara. Otra parte del mismo partido está con Aída Abella. Otros dizque con Camilo Romero (precandidato presidencial por la Alianza Verde). El neopartido Marcha Patriótica jala para aquí y para allá. La renacida Unión Patriótica haciendo parte de la misma, pero seamos realistas; con pocas posibilidades de ganar. Los progresistas divididos por el infiltrado de Peñalosa (un uribista apaciguado y solapado). El Partido Comunista, resentido con el Polo (más con el Moir) está con Aída.

Esta es la silla que faltaba para ensillar (arreglar) al caballo (Colombia), pero seguimos montando a pelo, más irónico aún; ¡no queremos galopar! La izquierda no quiere arrancar, porque hay varios que quieren ser los jinetes, pero jalando la rienda de aquí pa’ allá, de allá pa’ acá, del caballo nos van a bajar.

Y en todo este rifirrafe: nos vuelven a derrotar. Los oligarcas gozando, los senadores disfrutando. Y el pueblo pobre: abstencionistas y votantes miran al país sufriendo, ellos comiendo manjares y muchos sufriendo; con pesares.

No entendemos que debemos hacer lo que enseñó el cura rojo Camilo Torres Restrepo: “Debemos insistir en todo lo que nos une y prescindir de lo que nos separa”. A veces, pareciera que estamos luchando es por el poder, mas no por las ganas de ayudar al menos favorecido, al oprimido y desahuciado, al pobre, al desempleado, al campesino y al ciudadano. Pero, infortunadamente: ¡la izquierda dividida; ya está vencida!

Compañeras y compañeros de izquierda: “La lucha es larga, comencemos ya”: Camilo Torres.

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