5 oct 2014

Las diez mil becas de Santos y algo más

Tan generoso nuestro Presidente,  condenará, digo; condonará 10 mil becas para que estudiantes sobresalientes en las Pruebas Saber puedan acceder gratuitamente a la educación universitaria. Pero, no nos han dicho: ¿Quiénes las pueden obtener? ¿Qué pasa si el beneficiario deserta del estudio? ¿Por qué 10 mil becas y no empleo a los neoprofesionales? ¿Puede competir un Icfes alto de estrato bajo con un Icfes superior de estrato alto? ¿Hay beneficios alimentarios, de vivienda y transporte suficientes para que los estudiandos se dediquen únicamente a su academia (teniendo en cuenta que se dirigen a personas de escasos recursos)? ¿Son, las personas pobres, los mejores Icfes del país? ¿El Icfes garantiza que un buen estudiante de población marginal se quede sin estudios superiores solo por no sacar un puntaje alto? ¿Para cuándo infraestructura, pedagogía y maestros de calidad en la educación básica primaria y secundaria? ¿Hay oferta laboral con salarios dignos para cuando se gradúen?

Aquí viene lo más ‘terrible’: entre el 55 y 60% de los jóvenes que ingresan a estudios superiores han obtenido puntajes altos en las pruebas Icfes y el 56% de estos, sus padres ganan más de 9 SMLV (Datos del MEN), paradójicamente, entonces, los estudiantes estratificados con Sisbén 1 y 2 (a los cuales Santos aspira ‘ayudar’ con becas), en realidad, no serán los mejores Icfes del país, sino que, asumirían este riesgo quienes obtengan un ponderado de nivel medio en estas pruebas que cualifican cómo está la educación de un estudiante.

Listo, sabemos ya que hay 10 mil becas y toda la parafernalia, lo que no nos cuentan es que el 49% de esos becados, como es común en Colombia, desistirán de sus estudios por alguna razón, o sea que,  en consecuencia, la deuda no será financiada por el Gobierno sino por el dimitente. Ahora bien, el meollo de todo esto es que, si con esta promesa ocurre lo mismo que con el programa de las cien mil viviendas, prometidas en el 2010 y que hasta la fecha no van ni la mitad, se salvarán cientos de estudiantes de ser esclavos del Icetex.

Ojalá estas líneas sean en vano y estos diez mil honoríficos académicos sean promisorios a corto y mediano plazo en Colombia, aunque, no soy negativo ni pesimista, solo veo la realidad que injustamente hemos padecido con estos mandatos neoliberales. ¡Muchachos, sálvense de esa hecatombe estatal!


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