18 sept 2014

Proselitismo religioso en las escuelas

La mayoría de instituciones educativas de nuestra ciudad son (o tienen bases) católicas, pues gracias a la jerarquía eclesiástica y grupos de mujeres religiosas (conocidas como monjas, aunque, debo aclarar: las monjas son aquellas mujeres que viven enclaustradas, a las otras se les conoce, por costumbre, como hermanas)

Profesores, por un solo niño que no sea católico no debe hacerse la señal de la cruz, santiguarse o echarse la bendición en un salón de clase cuando se va a hacer una oración. Pues, es una forma de proselitismo y de excluir a los niños o adolescentes de otras religiones el decir el nombre de Dios (para los no católicos: Jehová, para los católicos Yahvé), ya que se vulnera el derecho a la libertad de cultos (Art. 19 de nuestra Carta Magna).

Sí, aunque usted no lo crea, practicante fidedigno, al no respetar la creencia de una sola persona está vulnerando el derecho a la libertad de conciencia y religiosa. Por cierto, ya imponen mucho algunos maestros con métodos retrógrados y antipedagógicos, como para que ahora quieran hacerlo con la religión que profesan. ¡Ni más faltaba!

Ahora bien, en algunas instituciones se celebran eucaristías en signo de acción de gracias por un beneplácito que han recibido o por algún acto piadoso de tradición (Miércoles de ceniza, por ejemplo), si bien soy católico, esto también objeta e irrumpe en la libertad que tienen los estudiantes, pues si alguno llega a negarse, simplemente se le aplica una dosis de disciplina, porque es casi que, me atrevo a decir: obligatorio asistir a estos actos de devoción popular.

Por eso, educadores, es respetable que cada uno crea en Dios, aunque si algún niño o adolescente decide no hacerlo, no busque usted maneras para convencerlo de que sí existe una deidad, eso también es parte de la libertad, reitero: no la margine. Tampoco le diga que se va a condenar, ¿no sabe usted, acaso, que ni Judas Iscariote es precito a la casa de Satán?

En definitiva, sea mejor prójimo y maestro de sus alumnos y no predicador de aquellos que lo único que anhelan es que les respeten sus derechos y su libertad religiosa. Ni el mismo Jesús se molestó porque los judíos no creyeron en él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario